martes, 10 de julio de 2012

EL ÁNGEL DE LA PLAYA


De entre las múltiples preguntas que suelen hacer los alumnos, la que probablemente me da más rabia es: "¿Y esto que explicas para qué me sirve?"  Reconozco que hay ocasiones en las que es algo complicado dar una buena respuesta, pero lo peor es que esta queja te indica que lo que les estás contando no tiene mucho interés para ellos.
Hace unos días llegó a mis manos el relato real de Tilly Smith, un ejemplo de cómo atender las explicaciones del  profesor puede salvarte la vida. El próximo curso, contaré esta historia sin dudarlo al primero que me haga la dichosa preguntita :

En diciembre de 2004 la británica Tilly Smith de diez años de edad, estaba en Phuket (Tailandia) pasando las vacaciones de Navidad junto a su familia. La mañana del 26 de diciembre, Tilly estaba dando un paseo por la playa junto a su madre y observó una serie de extraños fenómenos en el agua: había como un burbujeo incesante en la superficie y un brusco retroceso del agua en la orilla. Del mismo modo, observó como unas embarcaciones en el horizonte se movían como afectadas por un violento oleaje. Tilly no tardó en relacionar todos estos indicios con lo que su profesor de Geografía, Andrew Kearney, les había explicado en clase dos semanas antes. Sin duda, ese anómalo burbujeo y esos movimientos eran los indicios de un tsunami.
  Tilly alertó a su madre, quien en principio no tomó muy en serio las advertencias de su hija. La niña se exaltó de tal manera que su madre accedió a volver al hotel. Segura de sí misma, Tilly convenció al personal de seguridad del hotel para que organizaran el desalojo de la playa. En unos minutos, casi un centenar de clientes subían por las escaleras del edificio mientras la gran ola arrasaba la costa. El nivel del agua llegó hasta la segunda planta del hotel.
Aunque el devastador tsunami de Tailandia tuvo más de 200.000 víctimas mortales, la proeza de Tilly contribuyó a salvar la vida de un centenar de personas entre turistas y personal del hotel. De regreso al Reino Unido, Tilly fue recibida como una heroína y la prensa sensacionalista la etiquetó con el nombre de "El ángel de la playa". Durante algunos meses, Tilly desarrolló una fobia al mar debido al impacto sufrido. Hoy en día, ha superado su pánico al agua y de hecho, regresó a Tailandia en el aniversario del desastre para ser condecorada por su acto de valor.

Ya puede estar bien orgulloso el Sr. Kearney, y no sólo porque sus alumnos le escuchan con atención sino porque son capaces de aplicar en la vida real lo aprendido en clase... el culmen de todo proceso de aprendizaje.


 A todos mis compañeros docentes, para que no decaiga vuestro ánimo ante nuestro particular tsunami en forma de colosal e implacable tijera

No hay comentarios:

Publicar un comentario