lunes, 6 de junio de 2011

NUESTRO LUGAR EN EL MUNDO


Hoy ha sido, oficialmente, el último día de trabajo de mi padre. Se jubila merecidamente tras nada menos que 47 años ejerciendo la medicina y aunque ha alargado al máximo posible su vida laboral, creo que va a agradecer y disfrutar la nueva etapa que se abre ante él. Curiosamente, la casualidad ha querido que el mismo día que mi padre cuelga definitivamente la bata, a mí me adjudiquen mi destino definitivo en mi trabajo como profesor: Elda.
  Soy consciente que su cambio es mucho más significativo, que lo mío es una mera reubicación. Pero el término "definitivo" pesa mucho: por fin voy a dejar de cambiar de centro cada año y voy a poder ejercer de forma continuada en un instituto, con las ventajas e inconvenientes que eso conlleva.
 Aún queda demasiado tiempo explicando las partes de la célula como para pensar dónde daré la última clase de mi vida y experimentar la sensación que debió tener mi padre hoy al mediodía. ¡Qué momento salir por la puerta y arrancar el coche hacia casa por última vez!

Éste no es mi padre, aunque espero que esté igual de contento

No sé cuántos años tendré que estar en Elda para acumular puntos suficientes que me permitan volver a acercarme a casa... Algo me dice que no serán pocos. Aunque el lugar del que venimos siempre está presente y en ocasiones la tierra tira de uno, me he acoplado muy bien allá donde Conselleria me ha arrastrado en los últimos años. Pero existe la posibilidad de que pase tanto tiempo allí, que acabe considerándolo también "mi casa". A saber lo que me espera . 
 De todas maneras, 141 km no es una distancia que te obligue a perder mucho contacto con tu gente, ni para que, con el paso de los años, acabe llegando a decir que "soy de Elda"... Con todos mis  respetos a mis futuros vecinos.
 Y toda esta reflexión sobre dónde echaré raices o cuál será mi lugar, independientemente de la distancia, me recuerda a esa maravilla de película que es "Un lugar en el mundo". Como dice el chaval al final de la película de Aristaráin:
 "Me gustaría que me dijeras cómo hace uno para saber cuál es su lugar. Yo por ahora no lo tengo. Supongo que me daré cuenta cuando esté en un lugar y no me pueda ir. Supongo que es así. Ya va a aparecer. Todavía tengo tiempo de encontrarlo"


2 comentarios:

  1. Me ha encantado la reflexión, en serio. Mucha suerte en tu nuevo destino. Me imagino que será más tranquilo que nuestro anterior "Guantánamo" y el " planeta flamenco", donde todavía sigo. Yo también reflexiono a raíz de tu comentario cómo , cuándo y dónde llegará mi último día de trabajo. Ahora, al echar la vista atrás, se me ocurren un montón de anécdotas. Espero que prevalezcan para entonces los recuerdos positivos de toda mi trayectoria profesional y siga pensando que todo esto ha merecido la pena.

    ResponderEliminar
  2. Qué cosas... el caso es que no dejo de preguntarme cómo será ese último día para mi padre. Le quedan meses y, al igual que tu padre, estoy seguro de que se parecerá mucho al de la foto. En cualquier caso, un placer leerte y verte anoche ;-)

    ResponderEliminar