martes, 26 de octubre de 2010

LOS BOCAZAS

 Un bocazas es una persona encantada de conocerse a sí misma, por eso suelta opiniones con seguridad y un tono de voz más elevado de lo normal, pues considera generoso que sus sentencias lleguen a todos los oídos posibles. Su incontenible verborrea abarca un amplio ramillete de comentarios: análisis pedantes, frases pretendidamente agudas, obviedades aplastantes, inoportunas meteduras de pata, opiniones políticamente incorrectas (como aquellas que empiezan por "yo no soy racista pero..") o simplemente soberanas estupideces. Son especialistas en dejar patente sus virtudes en todo tipo de lugares pero quizás su área preferida son las colas, y a ser posible, las colas de un cine. En ocasiones simplemente pretenden impresionar a su acompañante, lo que puede llegar a excusarse. Otras veces, sencillamente, forma parte de su naturaleza.
 En estas situaciones, sus comentarios atacan por la espalda, salpican tu nuca y rara vez puedes poner cara al sujeto en cuestión. Quizás esta escena de "Annie Hall" sea la que mejor refleja este momento, sobre todo por el gustazo que da ver su desenlace.


 También hay que reconocer que nadie es perfecto, que todo es relativo, y eso me lleva a una preocupante conclusión:  probablemente lo que más miedo da de la existencia de los bocazas, es que existe la remota posibilidad de que alguien ajeno a ti y en alguna ocasión, haya pensado que tú estabas siendo uno de ellos... Quién sabe.



FINCHER GANA A KIAROSTAMI


Esta semana he podido ver dos películas bien distintas y muy bien valoradas por la crítica: "Copia certificada" de Abbas Kiarostami y "La red social" de David Fincher.

                                           
Mi opinión de la primera dista bastante de la de los críticos: Un hombre y una mujer de mediana edad charlan por la Toscana y discuten, principalmente, si una buena copia es mejor que un original mediocre. Dándole vueltas a qué es la originalidad y lo que debe valorarse de ella, los personajes empiezan a presentarse de forma cambiante, como si su tema de discusión se apoderara de ellos. El caso es que yo no terminé de entender qué es lo que trataban de contarme, lo que me hizo sentir bastente estúpido, y por el camino me invadía el tedio. Ni siquiera una estupenda Juliette Binoche (premiada en Cannes por esta peli) me sacaba del aburrimiento ni de la típica somnolencia de la noche de los lunes. No se me ocurre nadie a quien recomendar esta peli, pero si alguien la ve y es capaz de disfrutarla, por favor, que me explique su visión de la película porque yo me quedé totalmente descolocado.


Todo lo contrario me ha pasado con "La red social" de David Fincher, una peli que desde su arranque ya demuestra todas sus virtudes. La película sobre el proceso de creación de Facebook contiene unos diálogos brillantes, y una dirección que presenta de forma muy atractiva una historia que puede resultar compleja para un sector del público. Me ha extrañado ver en la sala a bastantes personas que pasaban de los 70 años...¿Estaban perdidos o es que las redes sociales de internet han captado a todas las edades?
Fincher consigue una historia llena de ritmo, combinada con una acertada banda sonora y eficientes intérpretes, todo ello sólidamente respaldado por el impecable guión de Aaron Sorkin. Quizás los mensajes evidentes de la soledad del triunfador o la importancia de la amistad sobre el dinero son previsibles, pero también necesarios y lógicos. Además, Fincher se preocupa de no recrearse en exceso en aspectos emotivos. Recomendable, sobre todo para los usuarios de redes sociales y demás virguerías de internet.

domingo, 24 de octubre de 2010

UNA NOCHE ESPECIAL

 No todos los días uno recibe un premio. No todos los días uno tiene un micrófono delante para poder expresar agradecimiento. No todos los días uno siente el subidón de recibir aplausos. Anoche en Quart de Poblet viví un momento muy especial y que tendré siempre en mi recuerdo.
 Hace año y medio escribí sin ningún afán concreto un guión para un cortometraje.  Mi historia "Tengo algo que contaros" fue pasando por varias versiones, recibiendo los indispensables consejos técnicos de mi primo Kurro González y los de todos los amigos y familiares que lo iban leyendo. Me encontré de casualidad con la web del veterano  festival de cortometrajes "Quartmetratge" de Quart de Poblet y vi que contaba con un concurso paralelo de guiones. Como no tenía nada que perder, lo ajusté a las bases y lo envié.
 Meses después, recibí una llamada que me decía que mi guión había gustado al jurado y que iba a recibir el 2º premio. Os podéis imaginar la alegría. Cuando uno se siente un novato en el complicado arte de escribir, que alguien con criterio y ajeno a mi entorno considere que lo que he hecho está bien, es una auténtica inyección de ánimo y autoestima.
 Ayer hablé con mucha gente, me sentí marciano y un poco intruso en un planeta de cineastas que vivían de los cortos y de hacer carrera de festival en festival. Yo no tengo la osadía ni la formación de lanzarme a dirigir, así que como dejé claro en mi discurso desde el atril, me encantaría que alguien se interesara por el guión y verlo en imágenes. Quién sabe... Yo, mientras tanto, sigo escribiendo. Acabo de terminar un relato y tengo un nuevo guión en el horno.
 Muchísimas gracias a las casi tres filas de acompañantes que me arroparon y aplaudieron en la entrega de premios: Alfredo, Paco, Nieves, Elena, Marta, Casto, Patricia, Juanjo, María, Javi, Nina, el pequeño Iván (qué bien se portó) Laura, Sandra y Marta. Y por supuesto a mis padres, pero éstos ya tuvieron su emotivo y particular agradecimiento desde el escenario.

Un servidor con su premio, al fondo el actor Sergio Caballero, estupendo presentador de la gala.

martes, 19 de octubre de 2010

LA MOSTRA DE VALENCIA


La Mostra de Valencia lleva años intentando hacerse un digno hueco en el mundo de los festivales de cine. Ha pretendido captar al público con diferentes estrategias y cambios de rumbo, pero parece que nunca termina de despegar. La novedad de este año ha sido dejar de ser un festival de cine del Mediterráneo para ofrecer una sección oficial a concurso de películas de acción y aventura. A ver si centrándose en un género consiguen ser un referente como Sitges lo es con el terror... No sé.
 De todas formas, hoy he asistido al pase de una de las pelis a concurso y me ha gustado ver el ambiente festivalero: salas llenas, aficionados que solapan unas pelis con otras, recomendaciones entre la gente mientras hacen cola... He sentido mucha nostalgia. Todo ello me ha  recordado a mí mismo hace unos años, cuando acudía anualmente al Festival de San Sebastian y vivía unos intensos, maravillosos y maratonianos días de cine. Ahí sí que sentías que la ciudad entera se implicaba con su festival.
 La película en cuestión era "En el centro de la tormenta", un irregular thriller policiaco con Tommy Lee Jones . El film no pasa de entretenido, a pesar de que detrás de la cámara está nada menos que Bertrand Tavernier, director de una de mis películas preferidas: "Hoy empieza todo" .
 Así pues, aunque sé que mi pequeña contribución de hoy no va a relanzar la Mostra, por lo menos puedo decir que ha habido un festival de cine en mi ciudad y le he hecho algo de caso.

miércoles, 13 de octubre de 2010

YA TE LO DECÍA ELENA...


LA VERDADERA HISTORIA DEL CRUASÁN

 Mi amiga Elena, probablemente la más cosmopolita y políglota del grupo, nos contó hace tiempo la verdadera historia del origen del cruasán. Este fin de semana,  la hemos recordado y confirmado ( aunque nunca dudamos de ella... sólo para hacerle rabiar) al verla en una revista de una conocida compañía aérea de bajo coste.
 Todos pensamos que el cruasán (croissant en francés) es un bollo de origen galo, pero no fue introducido en estas tierras hasta el SXIX cuando un oficial austriaco lo empezó a ofrecer en una panadería de estilo vienés que inauguró en París. Así es, el cruasán es de origen austriaco y su creación se remonta al siglo XVII. En aquella época, el imperio otomano asediaba Viena. La invasión de la capital austriaca era un hueso duro de roer para los turcos e idearon un plan supuestamente infalible. Aprovechaban las noches, mientras la ciudad dormía, para cavar diversos túneles subterrráneos de acceso a la ciudad. De este modo, sorprenderían a los vieneses con un ataque desde el subsuelo.

 Con lo que no contaban las tropas otomanas era con el gremio de los panaderos: incansables trabajadores nocturnos y muchos de ellos, acostumbrados a trabajar en sótanos. Por lo visto, los extraños ruidos de los turcos abriéndose paso por las improvisadas galerías subterráneas, alertaron a los panaderos de Viena. Éstos avisaron con urgencia al ejército austriaco ante la inminente invasión. Así pues, cuando los turcos aparecieron desde las entrañas de la ciudad se encontraron con la sorpresa de verse a todo el ejército vienés dispuesto a impedir el ataque. Por descontado, la ciudad quedó una vez más libre de los otomanos y el rey Leopoldo I colmó a los panaderos con todo tipo de honores y privilegios. Los nuevos héroes de la ciudad agradecieron el gesto elaborando unos bollos en forma de media luna para mofarse de los turcos y celebrar su victoria. Y evidentemente, estos bollos son lo que ahora conocemos como cruasanes.
Gracias Elena por nutrirnos de estas curiosas anécdotas.

miércoles, 6 de octubre de 2010

ALLÁ USTEDES




Fernando León sorprendió en su día con "Familia", convenció con "Barrio" y me entusiasmó con "Los lunes al sol". Su cuarta película "Princesas" me gustó bastante pero ya supuso un pequeño paso atrás. Lamentablemente, con "Amador" no ha remontado el ascenso.
 La película narra la historia de una inmigrante, Marcela, que comienza a trabajar cuidando a un anciano para afrontar sus apuros económicos. Tras unos días de convivencia mutua, surge un dilema moral que marca el rumbo de la historia.
  La película funciona muy bien como retrato de la inmigración y se transmite perfectamente la angustiosa situación de su protagonista. Es en el desarrollo y resolución de la trama principal donde veo demasiados "peros", me surgen demasiadas preguntas cuya respuesta se debe a pequeñas trampas de su autor. Este asunto me impide entrar de lleno en la película y algunos detalles me empiezan a resultar poco creíbles, impostados, como forzados para que todo salga de una determinada manera. Sólo me compensan sus magníficos intérpretes, en especial Magaly Solier (La teta asustada), el breve papel de Sonia Almarcha (La soledad) o la comicidad de Fanny de Castro. Finalmente, el resultado es de simplemente aceptable.
 Soy consciente de la nula o escasa influencia de mi blog en la gente, pero por si acaso, no me gustaría que nadie dejara de ir a verla tras leer este comentario. El resto del público de la sala pareció quedar muy satisfecho con la película, así que será cosa mía, que soy un bicho raro... Allá ustedes.



lunes, 4 de octubre de 2010

"LO QUE ME QUEDA POR VIVIR" de Elvira Lindo


 Antonia es una joven que trabaja como guionista en el Madrid de la década de los ochenta, pero ésta no es una novela sobre el fenómeno de la movida madrileña. "Lo que me queda por vivir" nos presenta a un personaje femenino, con bastante carga autobiográfica, que se tiene que ir abriendo paso ante varios frentes abiertos: una maternidad algo prematura, una  difícil separación, la soledad y  los fantasmas de un pasado que parecen condenados a instalarse en el presente.
  Durante toda su lectura, la autora va alternando anécdotas, saltando en el tiempo sin un orden aparente. Este hecho genera un poco de desconcierto y no sabes bien qué es lo que te están tratando de contar concretamente. Ahora bien, una vez terminada, el bombardeo de pasajes, algunos de ellos geniales, se acaban asentando y la novela toma cuerpo por sí misma. En general , es un libro que se disfruta, que transita con acierto de las situaciones más divertidas a las más amargas y emotivas. Además, en esta obra se presenta un profundo análisis psicológico de su protagonista que, al relacionarla inevitablemente con la autora, te da que pensar que más que una novela, es un valiente ejercicio de autoconocimiento y al mismo tiempo de desnudez ante el lector.
 Yo sólo conocía a Elvira Lindo por sus ingeniosas columnas en El País y por sus guiones para el cine. Siempre me ha gustado su estilo sencillo y ocurrente. En este libro, queda bastante patente la que considero que es su gran baza a la hora de escribir, aunque en algunos tramos, a la hora de profundizar en el personaje de Antonia, retuerce algunas frases de forma innecesariamente complicada. Pegas totalmente perdonables en un libro notable y recomendable.

domingo, 3 de octubre de 2010

"ENTERRADO" de Rodrigo Cortés


  Como os habréis dado cuenta, he puesto el título de la película en castellano y no he utilizado el  inglés "Buried", que es como la están promocionando. El otro día comprobé las extravagantes y diferentes maneras de pronunciar "Buried" que tenía la gente al pedir las entradas en la taquilla y las confusiones que esto generaba con el personal que le atendía. Vamos, que todos acababan diciendo: "Dame dos para la del enterrado". Resulta curiosa esta decisión de la distribuidora ¿No quieren que la gente sepa que es una producción española? Y si es así ¿Por qué luego sí recurren a traducciones imposibles y chapuceras en otros títulos? En fin... Para mí "Buried" es y será "Enterrado"


  La película transcurre dentro de un ataúd bajo tierra en algún punto de Irak, donde un norteamericano ha sido secuestrado. Con esta premisa y para que la idea funcione, se han de reunir algunos requisitos:
-Un guión que aproveche al máximo todas la posibilidades argumentales que se deriven de tan limitado escenario y que sepa sorprender con nuevos recursos a medida que va agotando los anteriores.
-Una dirección que sepa dosificar la tensión y mantenga al espectador implicado durante la hora y media de metraje.
-Un actor que resulte convincente ya que lleva todo el peso de la película.
 Pues bien, "Enterrado" cumple muy dignamente con todos estos requisitos. La película te mantiene en vilo y contiene algunas secuencias de infarto, quizás pueda resultar agobiante y claustrofóbica para el público más sensible.

Ryan Reynolds interpretando el papel que seguramente marcará su carrera

Además, desde su reducido ataúd, "Enterrado" va más allá y vierte una contundente crítica a la vergonzosa e intencionada desinformación que, sobre la invasión de Irak, mantiene el gobierno norteamericano sobre su población. Del mismo modo, también aprovecha para dejar patente la crueldad de determinadas empresas con sus trabajadores. En defintiva, una película sorprendente y muy acertada en todos sus aspectos. Recomendable.

viernes, 1 de octubre de 2010

PREESTRENO: "Abel" de Diego Luna


Tras el abandono de su padre, el pequeño Abel sufre un trastorno mental que le impide hablar con su familia. Después de una larga temporada en el hospital, Abel vuelve a su humilde hogar con su madre y sus hermanos y decide adoptar el rol de hombre de la casa ante sus familiares. Asombrados pero contentos de ver que vuelve a hablar, su madre y sus hermanos le siguen el juego y Abel comienza a ejercer de singular padre de familia. El problema llega cuando un día, inesperadamente, el padre vuelve a casa...

El actor Diego Luna, director de "Abel"

 Este es el original planteamiento de la primera película como director del actor Diego Luna. Una historia muy curiosa, con estupendos intérpretes (incluidos los niños), que combina momentos cómicos con otros marcadamente dramáticos y que en general, se disfruta cómodamente durante su hora y media de metraje. Sólo le veo dos inconvenientes: el primero no es culpa de la película, ni de nadie, pero al estar hablada en español de Méjico hay diálogos en los que no pudimos entender casi nada y había que echar mano de la intuición. Ya lo dijo Buenafuente en los Goya hablando sobre las películas argentinas, se tardan unos 15 minutos en acostumbrarte al acento y a algunas expresiones. Mi amigo José Miguel va un poco más allá y propone subtítulos en todas las películas latinoamericanas. En cuanto al segundo inconveniente, este sí es cinematográfico, me hubiera gustado un final algo menos convencional, menos frío, la estupenda historia de Abel así lo merecía.
 A pesar de esto, "Abel" es un notable debut y una recomendable película.

ESCUCHANDO A JONATHAN

Estábamos terminando lo que había sido una más que aceptable sesión de Ciencias Naturales en un revoltoso grupo de 1º de E.S.O. Todo había transcurrido con una inusual tranquilidad y lo que para mí era satisfacción por el rendimiento conseguido, para ellos sería, supongo, una clase simplemente entretenida.
  Unos minutos antes de acabar, decidí que dejáramos todos de trabajar y esperar a que sonara el timbre. Uno de los alumnos, Jonathan, me pidió permiso para contarme "una cosa que había visto en la tele". Jonathan es para todos sus profesores una auténtica cruz: no para quieto, interrumpe, grita, habla cuando no debe, se levanta y manifiesta, en definitiva, un afán de protagonismo tan exasperante que te hace pensar que en su casa nadie le hace caso. Sorprendido por el hecho de que pidiera permiso para hablar, se lo agradecí y consideré justo escuchar su anécdota. En ese momento, se puso de pie, porque él no puede contar algo desde su asiento, y empezó a relatarnos una trifulca televisiva en un conocido programa del corazón donde dos famosos de medio pelo  acababan a patadas.
 Una vez finalizada la historia, Jonathan, consciente del éxito entre sus compañeros, optó por contárnosla de nuevo. Su entusisamo era tal que aún oímos un par de veces más la vergonzosa historia. De tanto en tanto, él me miraba y se maravillaba de que no le estuviera poniendo freno. Cuando tanto sus compañeros como yo consideramos que habíamos tenido suficiente ( la última versión había sido hasta escenificada) Jonathan se sentó satisfecho y dijo textualmente a su compañera de mesa:
-Qué guay que el profe me ha escuchado
 Así de sencillo, Jonathan estaba feliz porque el profe le había escuchado. La frase me dejó algo trastocado, imaginé a Jonathan totalmente ignorado en su casa para que se alegrara tanto por lo que acababa de pasar. No podía dejar escapar la oportunidad, me lo había servido en bandeja. Le pregunté a Jonathan cómo se sentía cuando era escuchado y por supuesto qué le ocurría cuando no lo era. Hice extensiva la conversación al grupo y les invité a que se pusieran en el lugar de los profes cuando queríamos que se nos escuchara y no nos hacían caso. Tenía que intentarlo.
 El pobre Jonathan me pidió espontáneamente disculpas por todas sus interrupciones y salidas de tono en clase, pero yo sé que volverá a las andadas la semana que viene, que le recordaré lo hablado hoy y que con eso me dará para unas semanas de buen ambiente en clase. No es culpa suya, Jonathan necesita público y el aula es su escenario.