lunes, 30 de agosto de 2010

DE SIRENAS Y GUERRAS



  En esta foto , la famosa sirenita de Copenhague acepta resignada su traslado temporal a la Expo de Shanghai 2010. La verdad es que llevaba desde principios del siglo XX en la bahía del puerto y agradecerá el cambio de aires. Además, no todo han sido muestras de cariño a lo largo de estos años: numerosos actos vandálicos desde la decada de los 50 han hecho que apareciera decapitada, manca, pintada de verde, de rosa, con un consolador en la mano...Y también ha sido involuntariamente protagonista de protestas, como cuando apareció cubierta por un burka hace unos años.
 Pero tampoco es la primera vez que viaja, aunque para eso hemos de remitirnos a la leyenda:
 Según cuentan, la sirenita nadaba con su hermana de puerto en puerto por el Mar del Norte. Cansada de ir siempre de un lado a otro, decidió quedarse en Copenhague, no sabemos si para tener más contacto con los terrestres o por desavenencias con su compañera. El caso es que su hermana tomó rumbo por el Báltico y se adentró en la desembocadura del río Vístula, en Gdansk (Polonia). Cruzando el país río arriba, la sirena se detuvo a la altura de Varsovia. Los pescadores de la zona advirtieron que las aguas del río estaban más agitadas de lo normal, oían sus bellos cánticos y, sobre todo, habían apreciado un descenso en su pesca al aparecer sus redes rotas cuando las elevaban a cubierta. Al descubrir que era una sirena quien rompía sus redes y liberaba a los peces, decidieron capturarla. Poco tiempo después, la sirena fue apresada y secuestrada por los pescadores en un cobertizo sin acceso al agua. Pero no todos estaban de acuerdo con dicha acción, ya que el hijo de uno de los pescadores sintió lástima por ella al oír su llanto y decidió liberarla de su cautividad  junto a sus amigos. La sirena, muy agradecida, les comunicó que a partir de entonces se quedaría en Varsovia y la defendería de cualquier ataque. Y así fue, desde ese día, la sirena apareció en la plaza de la ciudad vieja de Varsovia (Rynek) protegida con un escudo y alzando una espada, siempre alerta ante cualquier invasor que osara atacar la ciudad.


 Pobrecita, nadie dudó de sus buenas intenciones, pero su espada y su escudo poco pudieron hacer cuando los nazis invadieron Polonia y literalmente arrasaron las principales ciudades y pueblos del país. Digamos que lo que ha sufrido su hermana danesa es una chiquillada si lo comparamos con el horror del que nuestra sirena, polaca de adopción, fue testigo. Concretamente, la plaza de la ciudad vieja de Varsovia quedó totalmente destruida tras la guerra, dejando esta desoladora imagen:


 Pero entre tanto bombardeo y explosión, algo debió de luchar y defenderse cuando al reconstruir la ciudad, los ciudadanos de Varsovia no se olvidaron de ella y volvieron a ponerla en su sitio, en el mísmísimo centro de la Rynek. Y aunque el ser humano no aprende de ninguna de sus guerras, ya que se repiten año tras año en diferentes puntos del planeta, esperemos que esta bonita plaza jamás necesite de una nueva reconstrucción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario