Mi amiga Silvia quiere entrenarse para el Camino de Santiago y este hecho ha bastado para organizar un día de caminata por la sierra. Aunque no nos hemos consolidado como grupo excursionista, hoy nos hemos portado como unos campeones. Quizás no todos iban con el atuendo adecuado para la excursión campestre y eso que Elena siempre nos recuerda las normas vigentes, aunque no escritas, del perfecto senderista.
El objetivo era subir al mirador de Rebalsadors a casi 800 metros de altura, dato que no conocíamos previamente y que a más de uno nos hubiera desanimado. Pero subiendo sin prisas y charlando todo parece más fácil. Por el camino hemos pasado por el impresionante monasterio de La Cartuja y más adelante por La Pobleta, residencia donde, según Paco, estuvo Azaña cuando el gobierno se trasladó a Valencia en el 36.
Un prematuro y variado almuerzo con vino nos ha dado energía para seguir adelante y además, he tenido la sorpresa de encontrarme con mi amigo Vicente que bajaba a toda velocidad en su bici desde nuestra aún inalcanzada meta... Él sí es todo un campéon.
Lo más duro ha sido optar por un sendero pedregoso y empinado para acceder al mirador en vez de por la pista forestal. Es curioso como el cansancio te da tregua cuando por fin alcanzas tu objetivo y contemplas la vista con los brazos en jarras (la forma oficial de contemplar un paisaje de montaña).
Tras la comida, hemos emprendido el camino de vuelta más relajadamente, tomando esta vez una senda más cómoda. En total y según Google Earth, hemos hecho un recorrido de 20Km en 6 horas de caminata con las pertinentes paradas, por lo que me siento muy orgulloso aunque sé que mañana lo voy a lamentar.
Un saludo a los participantes: Silvia, Elena, Nico, Reyes, Marta, Paco y Alfredo.
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