sábado, 17 de octubre de 2009

"Yo también" de Álvaro Pastor y Antonio Naharro


Dani es un hombre con síndrome de Down, pero dentro de los afectados por esta alteración, es un tanto especial. El estímulo constante de su familia a lo largo de toda su vida ha hecho que Dani desarrolle una capacidad bastante notable. Ser más inteligente también tiene sus riesgos: tomar conciencia plena de ciertas situaciones y esforzarse en demostrar que se es como el resto, implica, en ocasiones, sufrir más. Se podría pensar que Pablo Pineda, primer licenciado europeo con este síndrome, simplemente ha de hacer de sí mismo para afrontar el personaje, pero no es así: Pablo, interpreta y muy bien un personaje cargado de matices, todo un trabajo actoral que le ha valido el premio en el festival de San Sebastian. Me gustaría tener la certeza de que es un galardón otorgado en función de un trabajo bien hecho, porque así lo merece, pero también es verdad que el mundillo de los premios tiende a veces a caer en un reprochable y bienintencionado populismo. Su compañera, la también premiada Lola Dueñas, quien no tiene nada que demostrar como actriz, compone a la perfección un personaje muy dramático y desgarrado. El riesgo de esta película está en la facilidad de caer en el sentimentalismo blando propio de un telefilm de sobremesa, pero como su protagonista, la película se esfuerza en huir de la compasión en favor de la comprensión y ciertamente lo logra. Obviamente, "Yo también" trata el tema de la integración en la sociedad del síndrome de Down, pero en mi opinión es ,ante todo, una bonita película sobre el desamor. La película también cuenta con contados pero geniales momentos de humor y realmente consigue con credibildad acercarte a la situación de las personas con síndrome de Down y a su entorno familiar. El resultado no es del todo redondo, el film tiene un ritmo algo irregular y un guión que se dispersa en algunos tramos, pero también es verdad que estos defectillos son compensados con otras secuencias estupendas. En definitiva, un notable debut en la dirección y una película tan recomendable como necesaria.
Mención aparte merece la banda sonora de Guille Milkiway de La casa azul, quien se aleja de su estilo popero y se marca una rumbita que es el tema principal de la peli. Aquí tenéis el vídeo:

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